Es verdad que últimamente más de uno de nosotros ha visto su sueño afectado. Eso en parte porque hemos tenido un año con muchos altibajos, una pandemia de por medio y, como una de sus consecuencias, inestabilidad económica en algunas familias. En fin, se han sumado demasiadas preocupaciones y estrés que nos han hecho tener insomnio, cosa que definitivamente debemos controlar.
Todo esto puede afectar nuestro descanso, el cual, según expertos en sueño de la National Sleep Foundation, un instituto de investigación estadounidense sin fines de lucro ubicada en Arlington Virginia, debe oscilar entre las 7 y 9 horas, dependiendo de la edad en la que nos encontremos.
El insomnio es un trastorno del sueño común. que nos hace sentir cansados y agotados al día siguiente, afectando -al menos en algunos casos cuando ya es severo- nuestro rendimiento laboral, estado de ánimo y salud.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 40 % de la población duerme mal. Y es un hecho que dormir mal o menos de lo recomendado afecta directamente la salud de nuestro cuerpo y nuestra mente, generando consecuencias como estrés o ansiedad.
Existen distintos tipos de insomnio según su duración y factores asociados, aquí te contamos cuáles son los principales:
El insomnio agudo; es el más común y entre las causas más frecuentes se incluyen estrés en el trabajo, presiones familiares o un evento traumático. Puede durar días o semanas.
El insomnio crónico: este puede durar un mes o más; comúnmente son efecto secundario de algún otro problema, como es el caso de problemas médicos, medicamentos y otros trastornos del sueño. También puede estar asociado a sustancias como la cafeína, el tabaco y el alcohol.
Insomnio crónico: no tiene otra causa y su origen no es fácil de comprender. Es probable que se asocie al estrés de larga duración, el malestar emocional, los viajes y el trabajo en turnos.
¿Ya sabes cuál es el que te afecta? Si te identificaste con alguno, ¡tranquilo! es normal, ya que en algunos periodos de la vida todos podemos sufrir insomnio agudo, por eso es importante saber acerca de los factores que pueden desencadenarlo.
Por ejemplo, los malos hábitos a la hora de dormir, el uso o abuso de sustancias y medicamentos, un horario de trabajo inadecuado, frecuentes viajes largos, problemas personales, etc.
Por supuesto, tener hábitos de vida poco saludables como ver TV o navegar en internet justo antes de dormir, trasnochar en exceso o tener demasiada actividad física, son factores que no contribuyen a una higiene del sueño adecuada.
Sabemos que no dormir es una experiencia horrible, así que es posible que al siguiente día no puedas realizar tus actividades cotidianas con la misma energía; sentirás falta de concentración e incluso te sentirás irritable y tu cuerpo se sentirá más cansado de lo normal.
Si te identificaste con alguna de estas situaciones y quieres recuperar ese sueño reparador, tenemos algunos consejos que seguro te ayudarán a controlar el insomnio. Presta atención y toma nota.
Como hemos venido diciendo, la rutina antes de dormir es clave para tener ese sueño que tanto anhelamos.
Aunque parece simple, a muchos nos cuesta respetar ese momento y preferimos hacer otras actividades sin importar la hora, así que intenta ir a dormir siempre a la misma hora.
El “reloj circadiano” del cerebro es el encargado de dirigir los ciclos de sueño y vigilia. Por lo tanto, si te acuestas y te levantas a la misma hora ayudarás a tu cuerpo a sincronizarse con esos ciclos naturales, y si antes de eso puedes tomar una ducha, mucho mejor, así tu cuerpo entenderá que es momento de relajarse y descansar.
Dicen que la naturaleza tiene propiedades curativas y esta es una razón que lo confirma. Puedes usar plantas medicinales como la manzanilla, la valeriana o una infusión mixta para ayudarte a conciliar el sueño.
Prepara tu lugar de descanso y prueba con infusiones de alguna de las plantas que nombramos; incluso hay algunas que puedes conseguir en farmacias como productos fitoterapéuticos que tienen estos componentes naturales.
Parece una tontería, pero son consejos que puedes hacer en casa muy fácilmente y que te ayudarán a tener una mejor calidad del sueño.
Debido al ciclo que tiene nuestro cerebro, es ideal que minutos antes de ir a dormir reduzcas la intensidad de las luces de tu habitación, así sabrá que es hora de dormir y liberará melatonina, la hormona que induce el sueño.
Además, es fundamental evitar la radio, la televisión u otros dispositivos que no contribuyan a crear un clima de relajación. El hecho de desconectarte también te ayudará a alejarte de los problemas del día o de las cosas que quedaron pendientes por hacer.
Como dijimos en el punto anterior, es recomendable que no veas la tele ni comas en tu cama; busca otro lugar para relajarte o leer y, por nada del mundo, lleves trabajo a la cama, ya que es muy importante dejar que el cerebro asocie el espacio de la habitación solo para la relajación, el sueño y el sexo.
Desde el punto de vista de la ergonomía, trabajar en la cama puede traerte dolores de cuello, hombros, lumbares, codo y muñeca. Por otro lado, cuando el trabajo invade el dormitorio o la cama hay una asociación mental que hace que la cama ya no sea tan relajante.
Si tu colchón es confortable y te proporciona un descanso reparador lo verás reflejado de inmediato en tu cuerpo y además en tus días cuando llegue la hora de levantarte.
Aunque a veces no le demos la importancia que merece, la verdad es que pasamos en promedio 7 horas diarias en nuestro colchón, lo que puede ser más de 25 años durmiendo a lo largo de nuestra vida.
¿Es bastante tiempo verdad? Por eso es muy importante elegir el colchón que realmente te ofrezca esa calidad de sueño que necesitas.
Es necesario que tengas en cuenta el peso, la altura, si es para dormir solos o en pareja, si queremos que sea firme, así como los materiales; pensar en la edad que tenemos o incluso si sufrimos de alguna enfermedad o dolencia específica.
Por ejemplo, en Simmons Panamá, tenemos la línea DeepSleep® que cuenta con avanzada tecnología de tejidos que ayudan a disipar el calor más rápido, y espumas de alto rendimiento para mayor comodidad y soporte, aliviando así puntos de presión y reduciendo la sensación de movimiento mientras se mantiene la temperatura ideal al dormir.
Lo más importante es que elijas el que realmente te permita tener un sueño cómodo y placentero. Esto, sumado a los demás consejos, será la fórmula perfecta para que controles el insomnio y puedas tener un buen sueño.
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Por último, pero no menos importante, evita el café y el alcohol al menos tres horas antes de ir a la cama, ya que estas sustancias estimulan el funcionamiento del sistema nervioso y afectan la calidad del sueño. Comer alimentos muy pesados o condimentados, también interfiere en el buen dormir, así que intenta comer algo liviano y tu cuerpo se sentirá más preparado para descansar.
Ahora que ya sabes cómo puedes controlar el mal dormir, es momento de contar con tu mejor aliado: un buen colchón, y nosotros en Simmons tenemos el que necesitas. ¿Ya conoces nuestros productos?
Entra aquí y ten un sueño de primera clase.